Almidones y agentes espesantes y salud intestinal
Los almidones y agentes espesantes son carbohidratos purificados que se usan para espesar, estabilizar o dar textura a los alimentos. Esta categoría incluye ingredientes como almidón de patata, maíz, arroz, tapioca, trigo, arrurruz y varios almidones vegetales o modificados. La mayoría son bajos en FODMAP, contienen poca o ninguna fibra y suelen tolerarse bien, pero las sensibilidades individuales y los métodos de preparación pueden influir en la salud intestinal.
- La mayoría de los almidones y espesantes son bajos en FODMAP y aptos para dietas de SII.
- Estos ingredientes no contienen histamina ni actúan como liberadores de histamina ni bloqueadores de DAO.
- Son muy bajos en fibra y ofrecen poco o ningún beneficio prebiótico.
- Algunos, como el almidón de trigo, pueden contener gluten o fructanos residuales, lo que afecta a personas sensibles.
- Los almidones se digieren rápidamente y pueden afectar la glucosa en sangre, pero rara vez causan alergias.
- La preparación y el origen (crudo vs cocido, sin gluten vs a base de trigo) influyen en la tolerancia.
Contenido FODMAP en almidones y espesantes
La mayoría de los almidones puros, como los de patata, maíz, arroz y tapioca, son bajos en FODMAP y seguros para personas con SII o que siguen una dieta baja en FODMAP. El almidón de trigo puede ser bajo en FODMAP si está muy purificado, pero puede contener fructanos residuales según el proceso. El tamaño de la porción y la pureza del producto son importantes para quienes son sensibles.
Histamina y aminas en almidones y espesantes
Los almidones y agentes espesantes no contienen histamina, no actúan como liberadores de histamina ni bloquean la enzima DAO. Son seguros para personas con intolerancia a la histamina. Sin embargo, los alimentos procesados que contienen estos almidones pueden incluir otros ingredientes que afectan los niveles de histamina.
Fibra y efectos prebióticos
La mayoría de los almidones y espesantes están muy refinados y contienen poca o ninguna fibra dietética. No ofrecen beneficios prebióticos ni apoyo a bacterias intestinales beneficiosas. Una excepción es el almidón de patata crudo, que contiene almidón resistente y puede actuar como prebiótico, pero este efecto se pierde al cocinarlo.
Digestibilidad e impacto en la glucosa sanguínea
Los almidones se digieren y absorben rápidamente como glucosa, lo que provoca aumentos rápidos de azúcar en sangre. Suelen ser fáciles de digerir y rara vez causan hinchazón o gases, pero grandes cantidades pueden provocar heces blandas o molestias en personas sensibles. Almidones muy procesados como la maltodextrina pueden alterar la microbiota intestinal si se consumen con frecuencia.
Alergias y sensibilidad
Las alergias a la mayoría de los almidones puros son raras. Sin embargo, el almidón de trigo puede contener gluten y no es apto para personas con celiaquía o alergia al trigo, salvo que haya sido procesado para eliminar el gluten. Las alergias al maíz, guisante o patata son poco frecuentes pero posibles. Revisa siempre las etiquetas para conocer el origen y los ingredientes añadidos.
Preparación, origen y tolerancia
Los almidones y espesantes se usan en salsas, sopas, productos horneados y alimentos procesados. Su impacto intestinal depende del origen (sin gluten o a base de trigo), la preparación (crudo o cocido) y la presencia de aditivos. El almidón de patata crudo ofrece beneficios prebióticos, pero la mayoría de las otras formas son neutras para el intestino.
Lista de almidones y agentes espesantes
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